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La UNCUYO puede producir 120 mil árboles por año en su Vivero forestal

Se trata de un proyecto con fondos del Banco Interamericano de Desarrollo. Trabaja con investigación y desarrollo en tres ejes fundamentales: reforestación, producción de maderas y recuperación de aguas industriales.

imagen La UNCUYO puede producir 120 mil árboles por año en su Vivero forestal

Todo mendocino sabe que cada árbol de nuestra provincia tiene un valor único. Fue pensado y cuidado para generar un oasis en el que se pueda vivir. Sin embargo, en una provincia en emergencia hídrica ese trabajo debe considerar otros aspectos como la cantidad de agua que consume, su durabilidad y la adaptación al terreno. 

La facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo es consciente de ese desafío y a través de su Vivero forestal se pone a la cabeza de proyectos de reforestación ambiental y generación de árboles para las necesidades de los mendocinos.

El espacio, que funciona en esa casa de estudios, se implementó con fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), a partir del Plan Nacional de Manejo Forestal.

En principio el vivero se proyectó para la producción de madera, línea que continúa realizando. Luego, a partir de la conexión con la comunidad y las necesidades de recambio del arbolado público, se trabajó en la investigación y desarrollo para generar especies que se adapten a las características del suelo y recursos hídricos mendocino. 

A la generación de madera y el recambio del arbolado se sumó la articulación con industrias mendocinas para el tratamiento de efluentes hídricos que se generan en las producciones y que pueden ser reutilizadas para el riego de campos de árboles.

David Martín, secretario Administrativo Financiero de la Facultad de Ciencias Agrarias, explicó los alcances del proyecto universitario que en pleno funcionamiento podrá producir hasta 120 mil árboles por año.

Dentro de las especies que se producen se destacan las Populus sp. (álamos) y Salix sp. (sauces). “En este momento debe ser uno de los viveros en el país que mayor variedad de estas especies”, destacó Martín.

Innovación y desarrollo 

El vivero de la Universidad se distingue por su potencialidad tecnológica y sus recursos para la investigación y desarrollo. Esos recursos le permite producir especies que pueden adaptarse a los diferentes ecosistemas de Mendoza.

“No es lo mismo poner una planta en Uspallata, Lavalle o Malargüe”, aclaró Martín para puntualizar el estudio detallado que se hace desde el espacio universitario a la hora de elegir las especies para cada zona. 

“El fuerte de este Vivero, que no lo hacen los viveros comerciales, es la posibilidad de traer material genético de todas partes del país. Generamos un campo de plantas madre, sacamos estacas, las reproducimos y llevamos a plantas grandes. En ese proceso hacemos ensayos a campo para ver cuáles se adaptan a las distintas regiones de Mendoza”, especificó el ingeniero agrónomo. 

Recambio de arbolado en Luján 

Entre las acciones que lleva el vivero se destaca un convenio con el municipio de Luján de Cuyo para el recambio del arbolado público del departamento. En el acuerdo, la Universidad entregará 20.000 árboles para diferentes espacios públicos del municipio. 

El trabajo implica no solo la entrega de los árboles. La Facultad realizará un acompañamiento en todo el proceso con asistencia técnica para la instalación y mantenimiento de cada especie. 

Sobre el futuro del proyecto, Martín adelantó: “Actualmente trabajamos con este convenio con Luján, pero tenemos otros tres municipios que quieren trabajar con nosotros”.

Recuperar el agua de las industrias 

El vivero también articula con industrias mendocinas para ofrecer una solución para los efluentes hídricos que se desprende de las industrias. 

En estos casos se destina un espacio dentro del predio industrial y se siembran árboles con un alto requerimiento hídrico -principalmente eucaliptos- para que consuman el líquido que desprende la industria.

“Generamos una línea de tratamiento que tiene que ver con los recursos naturales y el ambiente. En lugar de un perjuicio ambiental, obtenemos un beneficio económico, que es la producción de madera”, destacó el referente universitario.

El rol de la Universidad

El trabajo del Vivero busca acompañar y resolver necesidades de la comunidad mendocina. 

“La Universidad no es solo formación de recursos humanos, de investigación o extensión, sino que es el conjunto de muchas acciones que la convierten en un actor importante en el diseño de Mendoza, esa es la esencia de la universidad”, cerró Martín.  

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