Como ya informamos, un activo digital (también conocido como recurso digital por sus siglas en inglés: Digital asset), es cualquier recurso que existe de forma digitalizada y que alguien puede poseer, o que representa contenido que alguien puede poseer, y por tanto, tienen asociado un derecho para su uso. Al ser tratados como una propiedad, esta puede venderse, comprarse o licenciarse. Por ejemplo, un fichero de música obtenido de forma legítima es un activo digital.
Se les llama activos porque se dedica una cantidad significante de tiempo y esfuerzo para crearlos, esto los hace un recurso de valor. Sin embargo, el valor de estos activos es solo materializado si es accesible por los que pueden usarlo y cuando lo necesitan. Para conseguir esto es necesario realizar una buena gestión de los activos digitales. Hay sistemas, llamados sistemas de gestión de activos digitales diseñados con el objetivo de ayudar a tener una buena gestión de estos.
En el artículo anterior a este no habíamos profundizado en sus clasificaciones, son 5.
- Activos digitales puros. Por ejemplo, ficheros de gráficos, logos, ficheros de video o sonido, páginas web, documentos electrónicos, criptomonedas y diseños de productos. Este tipo de activos suelen no agotarse con su consumo y se suelen poder reproducir cuando se desee a bajo coste.
Activos digitales que actúan como representantes de:
- Activos reales, como acciones o valores financieros o en general la propiedad de cualquier cosa existente en el mundo real, asegurados por el emisor del activo. Estos activos no están vinculados a un propietario particular en cuanto su uso, goce o disfrute, sino que pueden circular transfiriéndose de un propietario a otro que lo tenga.
Los Activos digitales, siendo un bien económico, al igual que cualquiera de otros activos, varían en su valor de uso por ser una mercancía y varían en su valor de cambio, porque su ideal es ser intercambiado por otros activos cuyos valores de uso sean diferentes: por ejemplo para los bienes de uso reproducibles ,el precio depende directamente del costo de producirlos, para los bienes de uso no reproducibles, para los primeros, (productos de lujo, obras de arte, objetos preciosos), lo que decide es la demanda, es decir, se podría coincidir que todos los activos digitales tienen un valor especulativo aún y cuando su producción y reproducción sea baja (ejemplo las llamadas "criptomonedas").