La diversidad de la vida en la Tierra es esencial para el bienestar de las generaciones actuales y futuras, como también lo fue para las generaciones del pasado. Las especies y los hábitats del planeta, y los bienes y servicios que nos permiten desarrollarnos física, cultural, económica e industrialmente, constituyendo la base de nuestro bienestar, nuestro patrimonio y nuestra salud.
La diversidad biológica es sumamente importante para la humanidad, pues los ecosistemas nos proporcionan servicios ambientales esenciales para la vida, como la captura y el almacenamiento de agua en acuíferos, lagos y ríos; la producción de alimentos a partir de los ecosistemas agrícolas y pecuarios; la posibilidad de extraer del medio silvestre productos útiles como medicinas y madera; la captura del dióxido de carbono; la estabilidad climática, el mantenimiento de suelos fértiles y el control de deslaves y arrastres masivos de suelo por el efecto de lluvias torrenciales
Sin embargo, a pesar de los compromisos contraídos para proteger ese legado, la biodiversidad sigue disminuyendo a un ritmo sin precedentes. Las amenazas más importantes son la fragmentación, la degradación y la pérdida directa de los bosques nativos, humedales y otros ecosistemas.
Mantener ecosistemas funcionales, con diversidad de especies y recursos genéticos, que sustenten la vida en todas partes, es de nuestro interés. Nunca es demasiado pronto para establecer estrategias de conservación a escala local, nacional y mundial.
Aprovechemos este día para reafirmar nuestro compromiso en favor del planeta y de las poblaciones de todas las especies, incluida la humana.