El proceso de deshidratado en Mendoza se lleva a cabo de dos maneras distintas, una de ellas a través de hornos que tienen un gran consumo de gas natural y otra manera mediante paseras donde la fuente de calor es el sol. Generalmente las primeras son llevadas a cabo por medianos o grandes productores y las segundas por pequeños productores.
En la actualidad nuestro país se encuentra en el tercer puesto en cuanto a exportación de ciruelas secas, siendo nuestra provincia productora de un 95% de las mismas. La mayor parte de la producción se concentra en la zona este, Santa Rosa y la zona sur, San Rafael y Gral. Alvear.
En 2015, el Instituto de Energía (IDE) perteneciente a la Secretaría de Extensión y Vinculación, dirigido por Amilcar Barletta, presentó a la Secretaría de Políticas Universitarias, el proyecto “Deshidratado de Ciruelas” con el fin de diseñar un secadero de frutos de carozo con energías renovables, para la mejora de la capacidad exportadora y la diversificación de la matriz energética de distintos productores.
El proyecto, que contó con la colaboración del INTA y de productores de la zona de Santa Rosa, San Rafael y General Alvear, luego de resultar seleccionado, se ejecutó 2016 donde se realizaron relevamientos en distintos secaderos de Mendoza, a fin de identificar variables de humedad, temperatura y caudal de aire.
A partir de este primer trabajo, en 2017, el INTA presentó ante el "Programa Nacional de Tecnología e Innovación Social" (PROCODAS) un nuevo proyecto con el objetivo de llevar a cabo la tecnificación de las paseras (donde se ponen a secar las frutas) existentes en la zona de Santa Rosa para después desde el IDE realizar el desarrollo técnico y la construcción de un prototitpo de secado que será testeado en la Cooperativa Vitivinifrutícola La Dormida.
Con esta tecnificación se busca reducir los tiempos de secado, permitiendo producir mayor cantidad de ciruelas deshidratadas a igual superficie de pasera instalada reduciendo la venta de ciruela fresca a los grandes secaderos, dándole mayor valor agregado en origen al producto. Además se logra una reducción en el consumo de gas debido al uso de la energía solar, lo que convierte esta actividad en una actividad sustentable disminuyendo su huella de carbono.
El desarrollo del diseño se llevó a cabo con estudiantes de diversas Ingenierías tanto civil, industrial como química, para lo cual se partió de una idea de base sobre la que se trabajaron diversas alternativas constructivas. Se compararon las tecnologías ideadas y se concluyó en un diseño final el cual se ajustó a los materiales comerciales disponibles, una vez concretado el proceso de diseño, se seleccionaron 3 estudiantes del ITU para concretar la construcción del prototipo.
La construcción del secadero se encuentra en la etapa final y su desarrollo técnico está orientado a provocar un efecto invernadero, calentando el aire que se encuentre en el interior del colector donde el aire caliente será forzado por una turbina que estará ubicada en un extremo del colector.
Se realizarán algunas pruebas previas para finalmente ser instalado en la a Coop. Vitivinifrutícola de La Dormida del Departamento de Santa Rosa, para que los cooperativistas puedan experimentar el uso de esta tecnología y se verifique el beneficio obtenido por su implementación en la próxima temporada de cosecha.
Este desarrollo lo está ejecutando el equipo técnico del Área de Energía Solar, integrado por Leandra Sarmiento, Gastón Clement, Diego Logotetti y Valentina Bustos.