Jorge A. Sabato en conjunto con Natalio Botana, en 1968 representaron gráficamente, mediante un triángulo, un modelo que propone la integración de tres polos clave para el desarrollo económico, tecnológico y social de la región. Esto es la estructura científico-tecnológica, el gobierno y el sector productivo. Este trabajo y una larga trayectoria desarrollando proyectos e investigaciones convierten a Sabato en uno de los autores más relevantes en lo que ha dado en llamarse el Pensamiento Latinoamericano en Ciencia, Tecnología y Desarrollo.
En 2019 el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) declaró el 4 de Junio como el “Día Nacional de la Vinculación Tecnológica”, por tratarse del natalicio de Sabato y en reconocimiento a sus aportes realizados en el ámbito del conocimiento y la investigación. En ese marco, en la UNCUYO del 31 de mayo al 4 de junio se conmemoró este año la semana de la Vinculación.
El desarrollo de un pensamiento innovador
Jorge Alberto Sabato fue un físico y tecnólogo argentino de formación científica autodidacta que se destacó en el campo de la metalurgia y de la enseñanza de la física. Estudió en la Escuela Normal de Quilmes donde se recibió de maestro en 1942 y 1947 se recibió de profesor en Física en el Instituto Nacional de Profesorado Secundario de la Ciudad de Buenos Aires (hoy Instituto Superior del Profesorado "Dr. Joaquín V. González")
En 1952, Sabato, ingresó a la empresa metalúrgica Guillermo Decker SA creando un laboratorio de investigaciones, dado que en la Argentina la metalurgia no estaba consolidada como disciplina académica. Este fue uno de los primeros pasos relevantes en el desarrollo de su pensamiento ya que en ese entonces debió estudiar por su cuenta para asimilar distintos conocimientos técnicos que le permitieron crear en 1954 una empresa para asesorar a la industria metalúrgica y metalmecánica.
A comienzos de 1955 ingresó a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) como responsable de un área que sería la base del Departamento de Metalurgia. Primero en dicho cargo y luego como gerente de Tecnología, Sabato desarrolló hasta los primeros años de la década de 1970 una intensa actividad de investigación y gestión, en el marco de diversos proyectos y decisiones de la CNEA.
El gobierno nacional encomendó a la CNEA, en 1965, el estudio de pre-inversión de una central nuclear para el área Buenos Aires-Litoral. Cuando en 1966 se convocó a oferta de precios para la construcción de la central nuclear de Atucha, Sabato introdujo en la evaluación el criterio de una “adecuada apertura del paquete tecnológico” que implica favorecer la mayor participación posible de la industria nacional, no solamente por su importancia económica sino también por el crecimiento tecnológico que tal participación podría estimular.
En 1968 elaboró con el politólogo Natalio R. Botana el trabajo “La ciencia y la tecnología en el desarrollo futuro de América Latina”, que es valorado como un gran aporte al surgimiento del denominado pensamiento latinoamericano en ciencia, tecnología y desarrollo. En dicho trabajo, Sabato y Botana analizan las relaciones entre 3 elementos clave: la estructura científico-tecnológica (I), el gobierno (G) y el sector productivo (E), y concluyen que la articulación dinámica entre ellos, es un requisito para la innovación y el desarrollo.
Hablamos con el Dr. Armando Fernández Guillermet, admirador y estudioso de la trayectoria de Jorge Sabato, sobre el impacto que tuvo este desarrollo para la región. Fernández Guillermet se desempeña como Investigador Superior del CONICET en la Gerencia de Física del Centro Atómico Bariloche y como Profesor Titular del Instituto Balseiro. Además integra las cátedras de Termodinámica (orientación Física) e Historia de la Ciencia y coordina el Grupo de Estudios Interdisciplinarios en la FCEN-UNCUYO. Ha publicado y presentado en conferencias nacionales e internacionales trabajos de investigación en temas de metalurgia física, termodinámica y fisicoquímica de sólidos, educación superior, formación docente, formación para la investigación y cooperación interuniversitaria.
El Triángulo de Sabato ¿Es el resultado de su forma de ver el crecimiento de un país o una región?
Considero que el triángulo de Sabato es un esquema desarrollado en relación con la cuestión de cómo y dónde innovar, teniendo en cuenta que la innovación, en su concepción, es un aspecto clave del desarrollo tecnológico autónomo, el cual era considerado por Jorge como una elemento central del desarrollo integral.
El mensaje central del triángulo, creo yo, es la necesidad de una articulación entre tres sectores que juegan un papel decisivo en este tema: la estructura productiva (E), la infraestructura científico-técnica (I) y el gobierno (G). La idea que transmite Sabato es que deben existir “lados”, es decir conexiones o interacciones bidireccionales de “ida y vuelta” entre esos tres sectores. Es una manera general de representar el ideal de articulación para el desarrollo.
Él y algunos colegas usaron este esquema para analizar la situación de un sector específico de la metalurgia. Para él se trataba de “ir triangularizando” todos los sectores posibles, hasta que todos los ámbitos relevantes estén “triangularizados”.
Finalmente, Sabato también utilizó el triángulo para analizar la situación de América Latina, y pensar cómo se podría “triangularizar” sectores en diversos países sobre la base de la cooperación regional.
¿Qué implicancias tuvo este modelo en Argentina y que cambió a partir de este desarrollo?
Hay que recordar que el modelo de Sabato y Botana se presentó primero en una conferencia que tuvo lugar en Europa en 1968, es decir, apenas 2 años después de la “noche de los bastones largos”. Eso para ubicarse en la época.
En realidad, considero que el principal impacto del trabajo de Sabato y Botana fue en el marco de lo que se considera “Escuela de Pensamiento Latinoamericano en Ciencia, Tecnología, Desarrollo y Dependencia”, contribuyendo a llamar la atención sobre los factores estructurales que estaban detrás del subdesarrollo, ayudar a pensar la desarticulación entre la investigación científica y la industria y ayudar que surja un manera de pensar el problema de la articulación entre sectores como una causa general del subdesarrollo…
Si bien habría que profundizar en todos los posibles impactos “prácticos” de este trabajo, considero que el principal fue, como dispositivo teórico que era, el intelectual. En particular, ofreció un modo de pensar teóricamente la experiencia de Sabato en la CNEA: tal como él lo ha expresado, es una manifestación de la experiencia recogida a partir de comienzos de la década de 1960.